El método de pago cashless se ha convertido en la norma en los festivales de música españoles, es cada vez más extraño encontrar un evento de este tipo que no ha incorporado este cómodo sistema de pago, sin embargo, no ha estado exento de polémica, en especial este verano, en el que hemos visto como FACUA ha venido denunciando a varios festivales por este motivo.
¿Es legal el uso del Cashless como método único de pago en un evento? ¿Debería poderse pagar en efectivo en festivales? ¿Son legales los gastos de gestión en la devolución de dinero de las pulseras cashless? ¿Qué ventajas tiene este sistema de pago respecto a pagar con tarjeta o con efectivo?
¿Qué es el Cashless?
El cashless es un medio de pago que, como su nombre indica, no utiliza efectivo. En festivales el método más común es el de la pulsera NFC, una pulsera que lleva un chip integrado que permite utilizarla como un wallet o cartera digital, es decir, que permite su recarga en el propio festival, utilizando efectivo, tarjeta o una app, incluso con anterioridad al evento a través de la web o app del festival, para después hacer los pagos.
¿Es legal que sea la única forma de pago en el festival?
Los empresarios están obligados a aceptar pagos en efectivo de los usuarios siempre que la cantidad no supere los 1.000 €. La inobservancia de esta norma está recogida como infracción leve en la Ley General para la defensa de los Consumidores y Usuarios, llevando aparejada una sanción que puede ir de los 150 a los 10.000 €.
Ahora bien, la mayoría de los festivales de nuestro país permite la recarga de la pulsera cashless utilizando en efectivo, acudiendo a los puntos de recarga del evento. Además, también es común que se permita recargar con tarjeta o a través de app o web.
Dicho lo anterior, debemos plantearnos si el cashless es un medio de pago per se o más bien estamos ante una suerte de wallet digital. Si dejamos de lado cuestiones formales y analizamos la realidad material de este asunto resulta claro que el usuario que acude a un festival y sólo tiene efectivo, no va a tener ningún problema para consumir comida y bebida en las barras, sólo que tendrán que hacer un trámite previo que es el de recargar la pulsera.
Si hacemos un símil con otros servicios con los que estamos muy familiarizados, la lógica se comprende aún mejor. Cuando cada día acudimos al metro utilizamos un tarjeta-monedero para pagar nuestros viajes, tarjeta-monedero que podemos recargar en las máquinas de la terminal, utilizando efectivo o tarjeta, es igual que lo que ocurre en un festival con la pulsera cashless y, sin embargo, nadie pone en duda que esto suponga una restricción al pago en efectivo en el servicio de metro y por tanto una infracción de los derechos de los usuarios, sino todo lo contrario, lo celebramos porque agiliza el servicio y mejora la experiencia de éstos. Imaginemos las colas que se formarían si cada viajero que quisiera utilizar en el metro tuviera que pagar directamente con efectivo su viaje y esperar a que le devolvieran el cambio.
Desde esta óptica, debemos ser críticos con las afirmaciones tan rotundas que algunas asociaciones de consumidores hacen sobre la ilegalidad de la pulsera cashless, ya que se basan en una interpretación de la normativa que favorece su postura, pero no tienen el respaldo en una norma clara o de la jurisprudencia, y van más encaminadas a crear ruido mediático.
Las ventajas del pago con pulsera cashless
El uso de estas pulseras dentro de festivales y otro tipo de eventos multitudinarios supone una seria de ventajas de todo tipo que benefician a los promotores, usuarios e incluso a la ciudadanía en su conjunto. Destacamos algunas ventajas:
- Reducción de colas y tiempos de espera en barras, mejorando la experiencia del usuario.
- Reducción del riesgo de hurtos dentro del festival, ya que el usuario no por qué llevar efectivo en su cartera o ni si quiera llevar efectivo.
- Permite al promotor llevar un control a tiempo real de la recaudación.
- Facilita la contabilidad de los ingresos obtenidos y evita errores humanos.
- Es una medida que favorece la transparencia fiscal, reduciendo el fraude, ya que utilizando la pulsera cashless los ingresos que son mucho más difíciles de falsear u ocultar a la Hacienda Pública, por lo que beneficia a la sociedad en su conjunto.
A este respecto recordemos la macrooperación contra el fraude fiscal en discotecas del año 2016.
¿Son legales los gastos de gestión en la devolución de dinero de las pulseras cashless?
Otra cuestión controvertida es el cobro de una comisión por la devolución del importe sobrante en la pulsera cashless. Es una práctica que se ha venido generalizando en muchos festivales y que FACUA ha venido denunciando durante el verano.
De nuevo, las afirmaciones de ilegalidad son precipitadas, pues tampoco es claro con la normativa vigente aseverar que el cobro de esta comisión es ilegal. De igual manera que en su día se puso en duda la legalidad del cobro de gastos de gestión de las entradas, sin que a día de hoy tengamos sentencias que se hayan pronunciado en ese sentido, ahora se está poniendo en duda esta comisión con una seguridad que sorprenden desde el punto de vista jurídico.
La mayoría de los festivales avisan al usuario en sus condiciones de venta de las entradas de estas comisiones y los usuarios tienen que aceptarlas para proseguir con la compra. Además, el cobro de la comisión por solicitar el reembolso del importe restante en la pulsera no responde a un afán recaudatorio, ningún promotor se plantea este cobro como una manera de hacer negocio, sino que responde a los gastos que el proveedor del servicio de cashless repercute al promotor por la gestión de la devolución.
Por otra parte, los usuarios tienen siempre la posibilidad de gastar todo el dinero que han recargado en la pulsera antes de que finalice el festival, ya que pueden consultar en todo momento el importe restante.