Michenlo, Inés Hernand, Charly Jordan… Son solo algunos ejemplos de influencers que han pasado de las cámaras a la mesa de DJ. El Lollapalooza, Son Rías Baixas, Boombastic o Arenal Sound son algunos de los festivales que apuestan por estos influencers. Aprovechan su notoriedad y conocimiento en redes para impulsar también su carrera artística. Muchos de sus fans incluso acuden a los festivales solo para verlos, pero, ¿es por admiración artística y musical o solo por ver a un famoso?
La realidad es que ser DJ no es tan fácil como parece. Muchos influencers reconocen que usan su popularidad para abrirse puertas en la música, pero es una industria exigente. Algunos de ellos han aprovechado para formarse en serio en esta disciplina.Si te interesa el tema, lo hemos analizado en este vídeo.
Ver esta publicación en Instagram
Ser DJ requiere formación
Muchos de los influencers norteamericanos, recogidos en un reportaje de Rolling Stone, reconocen que se aprovechan de sus plataformas para «meter un pie en la puerta de la música». Tampoco es nada súper novedoso: Paris Hilton pincha desde 2010 y ha llegado a hacerlo en el prestigioso Tomorrowland.
Todo esto trae sus críticas: la propia Charly Jordan ha recibido muchas por intrusismo laboral o cuestionando su talento. ¿Los influencers en festivales son el futuro de la música o solo una moda pasajera?