Dentro del marco de la inauguración de Sympathy for the Lawyer México, la firma realizó un webinar que contó con la presencia de la nueva directora en Ciudad de México Laura García Álvarez del Castillo y con Manuel López, CEO de SFTL y abogado especializado en la industria musical. En él se analizó cómo funciona la industria musical en México, en qué estado se encuentra, cuáles son los entes que mueven el sector y, sobre todo, se analizó cuáles son las principales fuentes de ingreso de dinero para un artista cuando decide comenzar su carrera.
La industria musical mexicana ha crecido exponencialmente estos últimos años, y más, a raíz del regreso de la música en vivo tras la pandemia de la COVID-19. Así lo demuestra IFPI (Federación Internacional de la Industria Fonográfica) en su informe “Engaging with Music 2021” en el que se indica que el consumo de la música grabada en Latinoamérica había crecido un 31,2% siendo México el país con más escuchas en plataformas de streaming o live streaming.
El nuevo posicionamiento de México en la industria musical está abriendo nuevos espacios para el desarrollo de proyectos musicales, así como facilitando las apariciones y el desarrollo de nuevos artistas locales y la atracción de artistas internacionales.
En este artículo plantearemos las principales ideas que se hablaron en el webinar “Oportunidades de negocio en la industria musical de México” pero la conferencia completa ya está disponible en nuestro canal de Youtube.
¿Cuáles son las fuentes de ingresos en la industria musical?
Antes que comenzar es muy importante que entiendan y visualicen todo lo que puede abarcar una carrera artística y la íntima relación que tiene con los derechos autorales, ya que estamos hablando de crear los cimientos sobre los cuales construirán su carrera de manera exitosa.
Lo primero de todo en esta industria, el génesis del sector está en la canción. Desde el primer momento que un artista crea y compone una canción está genera la primera fuente de ingreso: los derechos autorales.
Ingresos autorales
Cuando eres un artista o un compositor (quien compone la obra pero no la interpreta) es fundamental que registres los derechos autorales de tu composición para protegerla y así obtener una fuente de ingresos cada vez que esa obra es usada por un intérprete o se utilice en algún medio audiovisual o videojuego. Además, puedes poner en manos de una editorial los derechos de tu obra para facilitar el registro, generar las regalías y poder mover la obra para distintos medios. En México existen editoriales majors y otras independientes pero también pueden registrar sus composiciones en la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM).
Ingresos sobre grabaciones (masters)
Tenemos la composición, el siguiente paso es grabarla. De este proceso nace lo que denominamos “master”. En este caso puede ser el mismo autor de la obra quien graba la canción o puede ser un intérprete quien graba la que un compositor ha creado. En este proceso existen aliados en la industria que pueden ayudar a la hora de crear, gestionar y distribuir las grabaciones, aunque con el avance tecnológico muchos artistas desarrollan sus grabaciones de manera independiente. Siempre sin olvidar que es importante no perder los derechos de tus grabaciones por el camino.
- Productores musicales: El primer aliado en el proceso es la del productor. Hoy en día muchos artistas se autoproducen, pero su figura es importante a la hora de dar enfoque y profesionalidad a la grabación.
- Disqueras: Existen majors e independientes y diversos formatos a la hora de formalizar un contrato con el artista. Es fundamental asesorarse por profesionales antes de firmar para crear una estrategia en la carrera del artista y plantear el formato de contrato que mejor convenga para su desarrollo. Dentro de las disqueras existen dos modelos de contratación: el contrato de artista y el contrato de licencia, de los cuales se puede ampliar información aquí.
- Distribuidoras/Agregadoras: Son los que van a colocar la obra para generar ingresos. Tiene un valor añadido: los anticipos, pero claro, se pierden los derechos de tus obras. Importante analizar todos los factores para saber cuál es el mejor momento de firmar por una distribuidora.
Presentaciones en vivo
Es una de las principales fuentes de ingreso en la industria musical y es muy importante asesorarse para saber qué valor tiene su actuación antes de venderla y estimar los gastos que pueden derivarse de hacer esa gira (producción, músicos…) para perfilar un caché que puede ser variable según el tiempo y forma. A la hora de negociar es capital saber si el porcentaje de beneficios sale del cache bruto o de los beneficios de la gira.
Dentro de las presentaciones en vivo hay dos figuras: el promotor y el booker. Un promotor es quien compra una gira y asume el riesgo de la actuación. El artista va a cobrar su caché, aunque haya pérdidas y, además, si hay beneficios se llevará un porcentaje de taquilla. El Booker, por su parte, realiza la estrategia de comercialización de las giras y suele ir a porcentaje a éxito de los beneficios de la gira.
Patrocinios
Una carrera musical puede ser un activo muy interesante frente a las marcas. Representan una oportunidad de negocios muy importante para los artistas, ya que pueden no sólo darles visibilidad y promoción, sino que también representa un ingreso o una aportación en especie que puede facilitar el desarrollo de varios aspectos de un artista.
Venta de mercadería (merchandising)
Una de las formas más tradicionales de generar engagement con fans y posicionamiento de marca natural entre los portadores del mismo. Es una fuente de ingresos extra a las giras y conciertos y puede estar dentro del marco de contratos con disqueras.
Nuevas tecnologías
Este es un mundo por explorar y que abre un gran campo de posibilidades a artistas y todos los que se dedican a la industria musical como NFT’s u otras tecnologías que nos sorprenden diariamente en un mundo globalizado y que representa otro tipo de consumo en el mercado musical. Dentro de este apartado también podríamos encontrar el crecimiento de plataformas audiovisuales y redes sociales de consumo como Tik Tok.
