Es muy habitual que cuando un promotor privado contrata a un artista negocie una cláusula con su agente para que no realice otros conciertos en una determinada zona geográfica durante un período de tiempo. Pero algunos gobiernos han empezado a intervenir directamente en la contratación y aplicar esta estrategia para pujar por giras y dejar a los países vecinos sin la visita de la artista internacional del momento. ¿Estamos ante la nueva figura del promotor soberano? ¿Puede un gobierno influir directamente en negociación con artistas? ¿Vamos hacia el modelo de club-estado tan común ya en el fútbol?
Los seis conciertos exclusivos en el sudeste asiático de Taylor Swift en Singapur han abierto un debate por la cláusula de exclusividad que el gobierno de Singapur ha puesto en el contrato y esta no no ha pasado desapercibida para los países vecinos. Tras esto, el gobierno de Tailandia ha revelado sus ambiciones de convertirse en un fuerte hub que reúna conciertos y festivales internacionales dentro del territorio asiático siguiendo el modelo que ha llevado a Taylor a Singapur.
Viendo la repercusión económica, social y mediática de ciertas giras no extraña esta inversión directa para atraer a estas grandes super estrellas.
La oportunidad de negocio de Singapur: atraer a las grandes giras para fomentar los ingresos
Todo comienza, como casi siempre actualmente, por la gira de Taylor Swift (la gira más rentable de toda la historia). Cuando la americana anunció la gira, pocos se percataron, pero sorprendió con seis conciertos exclusivos en el sudeste asiático, todos ellos en el Estadio Nacional de Singapur con capacidad para 55.000 personas.
Las entradas para los conciertos se agotaron en segundos. Los precios variaron desde 88 dólares singapurenses (60 euros) hasta 1.228 dólares singapurenses (840 euros) dependiendo del tipo de entradas, la ubicación y los paquetes vips.
Más de 22 millones de personas se inscribieron en la venta anticipada para recibir un código con el que posteriormente podían iniciar la compra de entradas con un máximo de 330.000 entradas a la venta. Más de un millón hicieron la cola virtual en línea procedentes de diversos lugares del mundo, pero especialmente de los países vecinos de Singapur, como Indonesia, Tailandia y Filipinas.
Como país con una superficie de unos 700 kilómetros cuadrados, Singapur ha logrado ocupar un nicho de mercado en el Sudeste Asiático para las apariciones de estrellas mundiales como Coldplay, Ed Sheeran y Fall Out Boy en los últimos años.
El país ha visto una oportunidad de negocio de convertirse en un imán de turistas extranjeros, al menos para los mercados del Sudeste Asiático y alrededores atrayendo a las mayores giras del mundo incentivando a los promotores locales, otorgando ayudas y facilidades y, además, poniendo dinero encima de la mesa.
La escasez de eventos y conciertos de este tipo en el mercado del sudeste asiático se convierte en una oportunidad de negocio única y juega a favor de estos países. Como resultado, atraer a las grandes estrellas, hace girar las ruedas de la economía con un efecto multiplicador de los ingresos por turismo.
La exclusividad de Taylor Swift con Singapur y el centro del debate
Según The Guardian, el gobierno de Singapur, a través de la Junta de Turismo de Singapur (STB), llegó a un acuerdo especial para que el concierto de Taylor Swift sólo se celebrase en Singapur y no en otros países del sudeste asiático.
La primera ministra tailandesa, Srettha Thavisin, lo hizo público en el iBusiness Forum 2024 en Bangkok, comentando que la promotora de conciertos AEG Presents Asia y el gobierno de Singapur firmaron un contrato con una cláusula de exclusividad en todo el territorio del sudeste asiático por valor de 2-3 millones de euros por actuación.
«El gobierno de Singapur es inteligente. Han ordenado (a los organizadores) que no realicen ningún otro concierto en países del Sudeste Asiático (aparte de Singapur)», dijo en un foro empresarial en Bangkok, Tailandia.
Las implicaciones económicas de las giras
La música en directo está en auge y es una gran activación económica del sector terciario de un país. Invertir en música se ha convertido en un plan de negocio muy rentable y, es por ello, que los gobiernos está comenzando a implementar medidas para incentivar la presencia de estos eventos en sus ciudades, y en este caso, incluso países.
La presencia de Taylor Swift en un país tiene un impacto económico impresionante para todos los actores directa, e indirectamente, vinculada al turismo musical.
En números, la gira de Taylor Swift podría llegar a generar hasta 500 millones de dólares en ingresos de turismo en Singapur, sumado al impacto reputacional que el país recibe en el territorio como centro neurálgico cultural de la zona.
En unas estimaciones del gobierno de Singapur, los precios de los hoteles y vuelos locales en el territorio aumentaron más de un 30% en cuanto se anunció la gira. La mayoría de viajeros y turistas procedentes de Australia, Indonesia, Taiwán y Corea del Sur.
Cifras de ingresos que no han pasado desapercibida para un mercado, el del sudeste asiático, aún por explotar y con una cantidad de público muy relevante.
La carrera de los gobiernos asiáticos por atraer giras
El acuerdo de exclusividad Singapur – Taylor ha abierto un cisma dentro de la geopolítica del sudeste asiático y una carrera cultural para atraer a las grandes giras pasando del modelo de negocio actual de guerra de pujas entre promotoras a guerra de pujas entre los propios gobiernos de los países en materia de exclusividad.
Y es que esto ya no es una “guerra” entre promotoras, es un conflicto y una carrera entre gobiernos de países. Singapur ha abierto la veda con la cláusula de exclusividad en un territorio donde Yakarta y Bangkok también quieren su trozo de pastel.
¿Por qué Singapur se ha adelantado a Indonesia y Tailandia? Por una cuestión de implicación gubernamental en materia de incentivos fiscales y ayudas.
Los promotores y organizadores de grandes conciertos en Singapur han recibido apoyo con estímulos, incentivos y moratorias fiscales. No solo eso, el gobierno de Singapur también ha facilitado la burocracia y la concesión de licencias para la celebración de eventos, y planea reforzar inversiones, solidez de la infraestructura y apoyo gubernamental para el ecosistema de la música.
“Para acoger un gran concierto internacional, la participación del Estado es crucial. Los promotores no pueden soportar solos el riesgo sustancial. El país también necesita invertir en esta industria si quiere desarrollarla seriamente.”. Dino Hamid, presidente de la Asociación de Promotores de Música de Indonesia (APMI)
Desde Tailandia, el primer ministro Srettha Thavisin quiere ir un paso más allá y ha hablado de sus ambiciones de convertirse en un «centro fuerte» para conciertos y festivales internacionales dentro del sudeste asiático.
El gobierno planea reunirse con las principales compañías discográficas y promotores, como Tero Entertainment, Warner Music Group y Sony Music Entertainment, para investigar cómo el país puede mejorar y facilitar el acceso a las grandes giras de artistas y ver que necesidades necesitaría implementar en su país para captar estas superestrellas y conseguir el impulso económico derivado de su gira que ofrecen.
Lo que sí parece claro es que el gobierno de Tailandia invertirá en infraestructura, si el sector privado está de acuerdo, en lugares para albergar eventos, como una sala de conciertos cubierta a gran escala, de la que Tailandia todavía carece.
Autor: Borja Martín Díaz.