Corren malos tiempos para la lírica, tal y como decía aquella canción de Golpes Bajos. Hace unos días hemos conocido la triste noticia del cierre de la seminal revista musical Rockdelux. Este número de mayo, el número 394, será el último. Atrás quedarán cientos de portadas, entrevistas, crónicas de conciertos, críticas de discos, recomendaciones, atrás quedan los que fueron prescriptores de toda una generación, parte de la historia de nuestra música.
Ha sido una noticia triste, que nos ha dejado helados, pero hasta cierto punto no era difícil de imaginar. Por todos es sabido las dificultades por las que atraviesa desde hace tiempo la prensa impresa y el paso a un formato digital no siempre es sencillo o fácil de ejecutar, sobre todo cuando se mima el producto sobre el papel, la calidad de la impresión, de su distribución, etc… pero en estos momentos en que todo lo encontramos con un simple click y que la inmediatez rige nuestra forma de relacionarnos con la información e incluso nuestras vidas, resulta fácil entender esta crisis generalizada de los medios impresos.
En su última editorial Rockdelux se sincera y nos revela los motivos por los que ha decidido echar el cierre: la ya citada “crisis del papel”, el amateurismo de los medios digitales en clara oposición con su filosofía de negocio y, cómo no, la crisis provocada por la pandemia del Covid-19, parece haber sido la gota que ha colmado el vaso y ha acelerado este final no deseado por nadie. No hay más que darse una vuelta por Instagram o Twitter para ver el pesar que esta noticia ha generado en el sector musical, palabras de despedida, ánimo y homenajes a la publicación y sus colaboradores se han sucedido de forma continuada.
Pero este es un punto sobre el que debemos pararnos a reflexionar, ya que a pesar de todas las incertidumbres que esta pandemia ha provocado y continúa provocando, a nivel social, económico, etc… sí que hay un hecho que parece cierto y es que se ha acelerado exponencialmente el proceso de transformación digital que estaba implementándose poco a poco en nuestra sociedad. El salto a lo digital se ha hecho, a partir de este momento, necesario.