Una disputa entre Spotify y el MLC (Mechanical Licensing Collective) de los Estados Unidos ha desatado una batalla legal que promete ser un hito en la relación entre los servicios de streaming y la industria editorial musical. ¿Cuáles son los principales argumentos de la demanda de MLC contra Spotify? ¿Qué justificación dio Spotify?
La batalla por este asunto empezó antes de la demanda de MLC. La National Music Publishers Association (NMPA) ya venía alertando de que Spotify está utilizando los paquetes con audiolibros como estrategia para reducir las regalías a los editores y compositores.
¿Por qué los audiolibros restan royalties a los creadores de música?
Los editores advirtieron de un cambio en la forma en la que Spotify paga los royalties mecánicos, que reducía significativamente las ganancias tanto de compositores como de editores. Todo comenzó en noviembre del año pasado, cuando Spotify añadió 15 horas de audiolibros a los planes Premium, y en marzo de este año modificó los cálculos de royalties.
Pero había truco… Según el acuerdo de 2022 de Phonorecords IV entre editores de música y plataformas de streaming en EE. UU., los servicios de «bundles» o paquetes pueden pagar una tarifa de royalties menor que los servicios de suscripción de música ‘pura’.
Entonces, ¿cuánto afecta el cambio de Spotify a ‘bundles’ en los royalties pagados a compositores y editores? El MLC asegura que esta práctica es ilegal y que los compositores están perdiendo casi el 50% de los royalties generados por las suscripciones Premium (sin incluir las suscripciones con publicidad), mientras que Sony Music Publishing dice que está recibiendo un 20% menos que antes en royalties mecánicas de Spotify.
¿Qué son los royalties mecánicos? Estas licencias musicales autorizan la fijación o grabación de la obra musical en un soporte para su reproducción y elaboración de copias, que se podrán distribuir y vender al público. Estas se obtienen a través de las entidades de gestión y corresponderán únicamente a la parte editorial, ya que hablamos de la composición, y no de la grabación original.
Información obtenida del blog «Los royalties en la industria de la música» de SFTL.
La demanda de MLC contra Spotify
El MLC ha presentado una demanda ante el tribunal federal de EE.UU., solicitando que Spotify vuelva a calcular los royalties que debe a los compositores y editores. Argumenta que los «bundles» no son en realidad paquetes de varios servicios, sino que su verdadero propósito es simplemente reducir los pagos realizados a los titulares de derechos. El MLC tiene dos argumentos clave:
- Afirman que los suscriptores premium continúan obteniendo el mismo producto único, brindando el mismo acceso bajo demanda a decenas de millones de obras musicales (junto con otros contenidos de audio) al mismo precio (10’99 dólares al mes).
- Apuntan a la definición de “bundle” como una combinación de transmisión de música y «uno o más productos o servicios que tienen un valor superior al simbólico*, comprados por los usuarios finales en una sola transacción».
Valor simbólico es el término clave aquí…
El MLC sostiene que la adición de tiempo de audiolibro por parte de Spotify a su servicio de transmisión no ofrece más que un «valor simbólico» y, por lo tanto, no puede contarse como un servicio o producto que forme parte de un paquete (este argumento puede irritar, pero fundamento no le falta). Además, aseguran que los audiolibros no se está promocionando en Spotify como un producto separado o independiente. Si los suscriptores buscan «Audiobooks Access» los va a dirigir a las suscripciones Premium.
Pero la cosa no queda ahí. El plan «Audiobooks Access» cuesta 9’99 dólares al mes, un dólar menos que el Premium y que incluye 15 horas de audiolibros y transmisión ilimitada de música con publicidad (aunque el MLC asegura que en realidad ofrece acceso a música sin publicidad).
¿Y las tarifas? ¿En qué se diferencian con los royalties?
Las tarifas son los porcentajes de reparto sobre los ingresos que genera la obra que se pactan entre el autor y el tercero que quiere explotar la obra. Los royalties son las cantidades que reciben los autores como contraprestación por el uso que hace un tercero de sus obras. En este caso, Spotify liquida royalties a los autores en función, principalmente, de las reproducciones que sus canciones tengan. Todo esto se trató en el acuerdo Phonorecords IV del ya hablamos en este otro artículo.
Las repercusiones de esta batalla
El frente que se le ha abierto a Spotify se le puede complicar más allá del ámbito legal:
Reputación. Este asunto ahonda en la polémica sobre la retribución que reciben los creadores y artistas por parte de la plataforma, algo sobre lo que Spotify lleva mucho tiempo intentando limpiar su imagen con campañas de divulgación como Loud & Clear.
Campañas de boicot. Muchos usuarios han expresado su solidaridad con los compositores en redes sociales, incluso han surgido campañas de boicot a Spotify para cancelar las suscripciones Premium.
Competencia de otras plataformas. Los creadores y fans pueden empezar a premiar a otros servicios cuya marca está asociada a condiciones de royalties más justas, como Bandcamp o Tidal.
Contagio a otros mercados. Puede tener varias repercusiones en la industria musical en Europa y Latinoamérica, aunque existen diferencias en la normativa aplicable y los flujos de regalías.
Algunas reacciones de artistas
Taylor Swift. “Es frustrante ver cómo Spotify sigue encontrando maneras de reducir la compensación para los compositores. Los creadores merecen más respeto y pago justo por su trabajo. #SupportSongwriters”.
St. Vincent (Annie Clark). “¿Spotify cree que los compositores no notarán esta maniobra? Lo notamos, y estamos muy descontentos. Sin nosotros, no hay música. #RespectMusicMakers”.
Mark Ronson. “Reducir los pagos a los compositores es una táctica desalentadora y deshonesta. Spotify, haz lo correcto y respeta a quienes crean la música que amas”.
David Guetta. “Este tipo de decisiones solo perjudican a la música y a quienes la hacemos. Los compositores ya tienen suficientes dificultades para ganarse la vida, y esto es un golpe más. Espero que Spotify reconsidere su posición”.
Rostam Batmanglij. “La medida de Spotify es una bofetada para todos los compositores. Estoy reconsiderando mi relación con la plataforma. Es hora de que las grandes empresas tecnológicas entiendan que sin música, no tienen un negocio”.
John Legend. “Los compositores son el alma de la música. Las acciones de Spotify no solo son perjudiciales económicamente, sino que también son moralmente cuestionables. Necesitamos un cambio”.
Ana Tijoux. “La lucha por los derechos de los compositores continúa. Spotify necesita escuchar a los artistas y hacer lo correcto. No podemos seguir trabajando en estas condiciones”.
¿Podrá Spotify esquivar el golpe?
Los argumentos de Spotify podrían ir en las siguientes líneas:
- Que ya cambió el plan Premium en noviembre del año pasado, agregando 15 horas de audiolibros, y que cambió los cálculos de royalties en marzo de este año. En ese caso, podrían decir que en realidad pagó en excesos por ese periodo. ¿Por qué no hizo el cambio de royalties de inmediato? Pues porque la inclusión de audiolibros era un «experimento» para ver la acogida entre suscriptores.
- El cambio de precios cuando implementaron una subida de precio en la suscripción Premium de EE.UU. (de 9’99 a 10’99 dólares al mes para el individual).
- Que Audiobooks Access se mantiene fuera de su página de inicio porque esto también se encuentra en fase experimental y ofrece música sin publicidad porque está tratando de construir una base de suscriptores.
Posibles soluciones al conflicto
A largo plazo, parece haber poco que los editores y compositores puedan hacer para evitar que Spotify convierta Premium en un paquete si realmente están decididos a hacerlo. Y la solución en tribunales tardará tiempo en llegar.
El camino puede estar en la negociación de un acuerdo diferente para los royalties mecánicos en el próximo acuerdo para toda la industria (es decir, Phonorecords V), uno que no incluya tasas de royalties más bajas para los servicios «bundles».
Puedes leer la denuncia íntegramente aquí y puedes escuchar nuestro análisis en este programa de podcast.