La cláusula de «Reservas» o “reserves” en inglés en un contrato discográfico implica que la discográfica retenga una parte de las regalías generadas por las ventas de música como una medida de precaución. Estas reservas se establecen para cubrir posibles reclamaciones, devoluciones o gastos relacionados con la comercialización de la música del artista. La discográfica retiene una porción de las ganancias para asegurarse de que haya fondos disponibles en caso de contingencias o necesidades adicionales que puedan surgir.
Las reservas funcionan como un mecanismo de protección para la discográfica, garantizando que haya recursos para cubrir posibles costos imprevistos antes de que se distribuyan las ganancias al artista. Las reservas pueden liberarse después de un período determinado o cuando se hayan cubierto los posibles gastos asociados. Los artistas deben tener en cuenta que la cláusula de reservas puede tener un impacto en la cantidad final de regalías que reciben y, por lo tanto, deben revisar cuidadosamente los términos y condiciones de esta cláusula en el contrato, asegurándose de que se establezcan límites razonables y transparentes para la retención de reservas.
