Los derechos de autor en la música protegen la originalidad y singularidad de las composiciones musicales y las grabaciones sonoras, otorgando a los creadores y titulares de dichas obras derechos exclusivos sobre su uso y distribución. Estos derechos se subdividen en dos categorías principales: los derechos sobre la composición musical (melodía, letra y estructura) y los derechos sobre la grabación sonora de esa composición. En términos simples, esto significa que mientras un compositor posee los derechos de la canción que ha escrito, el artista o la discográfica que realizó una grabación específica de esa canción tiene derechos sobre esa grabación en particular. Los derechos de autor otorgan a los titulares la exclusividad para reproducir, distribuir, interpretar en público, adaptar y licenciar sus obras, y también el derecho de impedir a otros hacerlo sin permiso. Las violaciones a estos derechos se conocen como infracciones y pueden conllevar sanciones legales y económicas. Es por medio de los derechos de autor que compositores, letristas, artistas y productores pueden obtener una remuneración por el uso y explotación de sus obras en diversos medios y plataformas.
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