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El Ministerio de Cultura ha retirado, por el momento, el decreto sobre licencias para la Inteligencia Artificial tras la falta de consenso con el sector cultural. Este decreto se inspiraba en la directiva europea 2019/790, que permite a los países de la UE establecer licencias colectivas ampliadas para la explotación de obras con fines específicos. Era una posible solución ante la imposibilidad práctica de que las empresas tecnológicas obtengan autorización individual de cada creador. Países como Francia, por ejemplo, ya han adoptado medidas similares.

Este decreto que, por ejemplo organizaciones como SGAE respaldaron públicamente, fue duramente criticado por parte del sector cultural bajo el lema  “Así no” criticando que el decreto podía legitimar el uso masivo de obras sin autorización ni compensación económica. Cierto es que esta afirmación no es del todo exacta, ya que con la implantación de un sistema de licencias colectivas a través de las entidades de gestión, se generaría un derecho remuneratorio o compensatorio para aquellos autores y artistas cuyas obras hubieren sido utilizadas por modelos de inteligencia artificial.

Un aspecto que, sin falta de razón, levanta asperezas y preocupa al sector es el uso retroactivo de tales licencias, regulando las evidentes infracciones de derechos de autor cometidas por los modelos para su adiestramiento. Las compensaciones planteadas pudieran no ser suficientes para, valga la redundancia, compensar debidamente a los autores que han visto sus derechos violentados.

Otro aspecto controvertido en la regulación de estos derechos compensatorios es cómo los autores deben proteger sus obras frente al uso por modelos de IA. La propuesta sugiere que, a menos que un autor especifique lo contrario, se asuma que su obra puede ser utilizada por estos modelos, siempre que se compense económicamente a través de entidades de gestión. Sin embargo, surge la pregunta de cómo se manejarán los usos no autorizados que ocurrieron antes de que este derecho compensatorio sea aprobado.

El Gobierno, tras haber detenido la tramitación de la norma, emprenderá un proceso de diálogo con el sector cultural, con el fin de proteger los derechos de los creadores a nivel nacional y europeo en un entorno digital cada vez más complejo.

Santiago Bernal

Music Lawyer & Legal Manager en SFTL

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