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La música en directo es un terreno apasionante donde se entremezclan emociones y sentimientos generando esa conexión irracional entre el público y los artistas. Es el culmen para la mayoría de músicos que comienzan a tocar en su habitación y a grabar con su grupo de amigos. Pero también es un terreno frágil e inseguro a nivel económico, solitario y desgastante para muchos artistas que, para cumplir con su sueño y con sus fans, superan demasiados límites y esto, tras el parón de dos años por la pandemia del COVID, se ha visto incrementado a niveles insostenibles y ha llevado a muchos de ellos a cancelar sus giras en este 2022. Hacer un tour ya no es tan rentable ni a nivel económico ni mental. 

Santigold abrió el debate con un emotivo comunicado en su instagram exponiendo la realidad del sector en vivo, pero han sido numerosos artistas quienes, por diversos motivos, también han cancelado su tour en 2022. Desde Imagine Dragons a Arlo Parks, pasando por Justin Bieber o Sam Fender. Se esperaba un esplendor y una ‘new wave de la música en vivo tras los dos años de parón por el COVID-19, pero la pandemia solo ha sacado a relucir todos los problemas estructurales derivados de las giras durante tantos años, provocando que el sector sea más frágil que nunca. 

Y es que a los problemas que lleva arrastrando las giras en las últimas décadas como, el desgaste físico y mental que supone la cantidad de viajes, la presión por cumplir con sus fans y la falta de descanso se les ha unido el incremento de todos los costes a la hora de realizar una gira, la fragilidad de cancelación por causas derivadas por la pandemia y la sobreexplotación de la oferta de conciertos.  

Las giras de conciertos son algo mucho más complejo de lo que parece, ya que intervienen factores externos, algunos que no se pueden controlar, y otros tantos factores humanos.  

Transportes caros, inflación: las razones económicas por lo que cancelan una gira

La financiación siempre ha sido un factor decisivo a la hora de hacer una gira. Los costes de producción y la previsión de beneficios son dos de los datos que un artista consulta con su agencia de management y con la promotora antes de salir de tour. Y es que cada año que pasa, y más tras la pandemia, la horquilla entre pérdidas – beneficios se ha ido reduciendo hasta llegar, en muchos casos, a no ser rentables para los artistas o que directamente salir de gira cueste dinero en vez de ganarlo

El post-confinamiento y la tensa situación geopolítica mundial ha provocado un aumento de la inflación que, dentro del sector de la música, interviene en todos los costes de producción. A esto se le une la situación inestable en la industria por el poso dejado por el COVID-19 ante la amenaza de una PCR positiva en algún miembro de la banda o de la crew, del cambio constante de fechas o retrasos y de la saturación de giras y festivales. 

Además, a todo esto, se le une que los fans han cambiado su tendencia a la hora de comprar entradas y esperan a días antes del concierto para adquirirlas, por lo que crea un conflicto en el flujo de efectivo para los artistas y también un problema de confianza en las promotoras. Si no existe esa previsión de ingresos porque las preventas no están vendiendo lo esperado y no se sabe a ciencia cierta si va a funcionar el show, es complicado sostener económicamente salir de gira. Ya que también las bandas han perdido la noción de cuanto van a vender en cada país debido al parón de dos años de la música en vivo. 

Ante la nueva realidad, ya son varios grupos que han alzado la voz para exponer y explicar esta situación que resulta vital para el sector, y que afecta más allá de la banda, porque detrás de un concierto hay mucho equipo trabajando para que se lleve a cabo. Durante el punto álgido de la pandemia, los planes de búsqueda y empleo del gobierno, los fondos de ayuda estatales y las subvenciones de los organismos de la industria mantuvieron a muchos trabajadores del sector de la música por encima del umbral de la pobreza mientras las giras eran imposibles. Pero ahora, los fondos se han acabado, los seguros de cancelación no cubren en muchos casos a estos trabajadores y, si no se lleva a cabo una gira, como la gran mayoría de los músicos y el equipo son trabajadores contratados, nadie cobra.  

Toda esta problemática ha sido expuesta por varios grupos, como Animal Collective que anunció la cancelación de su gira exponiendo que, aunque todo saliera bien, perderían dinero realizándola. “Durante la preparación para esta gira estábamos viendo una realidad económica que simplemente no funciona y no es sostenible”, compartió la banda en un comunicado. 

Otra artista de la talla de Little Simz, la cantante británica ganadora del Mercury Prize, anunció que no podía costear una gira de once fechas en Estados Unidos. Un hecho que a sus fans sorprendió (la artista tiene más de 2M de escuchas en Spotify) pero que pone de relieve la situación financiera de la industria musical. Al ser una artista independiente, pago de mi bolsillo, todo lo que abarca mis actuaciones en directo y hacer una gira de un mes por Estados Unidos me dejaría en un gran déficit (…) Por mucho que me duela no verlos en este momento, no soy capaz de someterme a ese estrés mental” expuso la artista londinense en sus redes sociales. 

Dentro del circuito más alternativo, también tenemos el caso de la banda americana Wednesday que se hicieron virales en la primavera del 22 al hablar sobre las dificultades financieras de salir de gira, la cual terminaba en el famoso festival SXSW de Austin, Texas. Mostraron al público las cuentas ingresos / gastos de participar en el festival. La banda americana no solo, no había ganado dinero, sino que lo había perdido. Y como ellos, muchísimas otras bandas del panorama mundial. 

Santigold, como hemos escrito al comienzo del artículo, fue quien abrió la veda denunciando esta dura realidad a la que se enfrenta la industria de la música en vivo y reclamó un aumento de los beneficiosos de los artistas para por hacer frente, por ejemplo, a estas giras: ”Avergonzar a los artistas cuando abogan por sí mismos y por mejorar sus honorarios es una de las peores cosas socialmente normalizadas en la industria” 

La salud mental, otro factor que entra en juego 

Estos últimos años, por fin, se le ha empezado a dar la importancia que merece a la salud mental de las personas. Y es que el COVID-19, las situaciones sociales inestables y un ritmo de vida cada vez más vertiginoso ha puesto de relieve los problemas de salud mental que sufren un gran número de personas en el mundo y que pueden afectar a cualquiera en algún momento de su vida. 

Dentro del sector musical, el ritmo frenético que exige la industria tiene consecuencias muy negativas para los artistas y profesionales, provocando que muchos de ellos se pregunten si los meses viajando, el desgaste físico y mental que supone una gira y el cumplir las expectativas cada vez más grandes de sus fans merezcan la pena. 

Artistas de la talla de Shawn Mendes o Justin Bieber anunciaron a través de Instagram que cancelaban sus giras porque necesitaban parar. Pero fueron los jovencísimos artistas británicos Sam Fender y Arlo Parks quienes pusieron esta situación en primera plana reconociendo el agotamiento de cumplir las exigencias de mantener su carrera artística y que necesitaban priorizar su salud física y mental. Estaban agotados y rotos. 

Me parece totalmente hipócrita defender el debate sobre la salud mental y escribir canciones sobre ella, si no me tomo el tiempo necesario para cuidar mi propia salud mental. (…) Me he descuidado durante más de un año y no me he ocupado de cosas que me han afectado profundamente. Es agotador fingir que soy feliz por el bien de la industria« declaró Sam Fender, junto a disculpas a sus fans por cancelar su gira. 

 

«He estado de gira intermitentemente durante los últimos 18 meses, llenando cada segundo libre que tenía y trabajando sin parar. Era emocionante y estaba ansiosa por demostrarle al mundo lo que soy capaz de hacer. La gente que me rodeaba empezó a preocuparse, pero yo estaba ansiosa por cumplir y temía decepcionar a mis fans y a mí misma. Me presioné de forma insana. Ahora me encuentro en un lugar muy oscuro, agotada y peligrosamente deprimida» así se expresó la ganadora del Mercury Price 2021, Arlo Parks

Panorama actual de la música en vivo 

La pandemia dio un golpe mortal a la industria musical y, dos años después, aunque tenga trazos de recuperación y la cantidad de eventos se ha disparado, la situación interna continua sin mejorar y, es más, ha sumado nuevas problemáticas, muchas de las cuales hemos expuesto en el artículo de hoy.  

No existe, o no debería existir, ningún concierto, gira o festival lo suficientemente importante para anteponer la salud física y mental de los artistas y profesionales de la industria y si le sumamos, la situación de inflación económica, ha provocado que muchos tours no se puedan llevar a cabo. Es el precio de la actual industria. 

Para muchos artistas, desde independientes hasta artistas de grandes números, se ha vuelto insostenible tanto económicamente como emocionalmente, girar. Y es que después de todo el esfuerzo de sacar un proyecto artístico adelante, el alto coste de hacer un tour, sumado a la situación económica que puede llevarlos, no solo no a ganar dinero, sino a perderlo, hace imposible realizar uno de los actos más emocionantes que se puede hacer con la música: tocarla en vivo. 

Por eso cobra vital importancia encontrar nuevas vías de financiación de la música en directo para que esta pueda llevarse a cabo, además de buscar asesoramiento legal y económico para ver si tu proyecto o gira es viable. En Sympathy for the Lawyer nos ocupamos de todos estos asuntos legales y empresariales de la industria musical. 

Dentro de la financiación en España, cobra relevancia la normativa de incentivos fiscales que permite la entrada de inversores del sector privado para financiar al sector cultural, obteniendo una plusvalía en ahorro fiscal.

Es decir, el promotor recibe una importante cantidad económica adicional a los ingresos ordinarios sin generar deuda para llevar a cabo una gira y el inversor, además de cumplir una función cultural apoyando a la industria, recupera su aportación y además consigue una plusvalía.  Si eres promotor, artista o un inversor y quieres ampliar la información, Incentiva Music es la plataforma española de financiación musical. 

Autor: Borja Martín.

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