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Taylor Swift ha anunciado en el concierto de su gira en su ciudad natal de Nashville el lanzamiento de su nuevo (no tan nuevo) álbum, una regrabación de sus primeros trabajos. Speak Now (Taylor’s Version) se publicará el próximo 7 de julio, pero se lanzó originalmente en 2010.

Speak Now fue su tercer álbum, con éxitos como «Mean», «Ours» y «The Story of Us». El disco vendió más de un millón de copias en su primera semana, con el récord de mayor cantidad de ventas de una artista de country femenina en solitario. Fue nominado a un Grammy al Mejor Álbum de Country y con la canción «Mean» y ganó los de Mejor Interpretación de Country en Solitario y Mejor Canción de Country. Pero, ¿por qué lo ha regrabado? 

¿Por qué Taylor Swift está regrabando sus primeros álbumes? 

Para contestar a esta pregunta, nos remontamos a 2018, cuando Taylor firmó con Universal. Anteriormente, tenía contrato con Big Machine Records, discográfica con la que grabó sus seis primeros álbumes: Taylor Swift (2006), Fearless (2008), Speak Now (2010), Red (2012), 1989 (2014) y Reputation (2017).  

La artista había cedido a Big Machine Records los derechos sobre estas grabaciones y firmó una cláusula que no le permitía volver a grabar sus canciones hasta noviembre de 2020. Este sello fue comprado por Ithaca Holding, una empresa de Scooter Braun, productor y empresario con el que Taylor ya había trabajado con anterioridad y del que había dicho que había sufrido bullying. Y fue aquí donde empezaron los problemas, como explicó Taylor con una carta en su cuenta de Tumblr. 

Al comprar el sello, Scooter Braun adquirió todos los derechos del catálogo de Taylor y no le permitió ser propietaria de su propia música, la misma que le habían llevado a ser una de las principales artistas a nivel mundial. 

Intentando llegar a una solución para recuperar todos los derechos de estas canciones, en 2019 decidió grabar todo este material de nuevo para poder ser la propietaria de estos nuevos álbumes regrabados y, para evitar confusiones, los lanzó con su título original acompañado de “(Taylor’s Version)”. De esta manera, recibiría el total de royalties generados por estos temas con las nuevas versiones. 

Esto fue lo que hizo a partir de 2020, empezando por su álbum Fearless de 2008, que volvió a ver la luz reconvertido en Fearless (Taylor’s Version) en abril de 2021. Desde entonces también ha regrabado su disco Red de 2012 y Speak Now, su último anuncio, será el tercero de los seis que publique versionado.

Es importante recordar que estamos hablando de los derechos sobre los fonogramas, los masters como se conocen en la industria, es decir, las grabaciones originales que contienen sus composiciones. Taylor podría tener control sobre la parte editorial o compositiva de sus canciones, pero no sobre las grabaciones, que eran de Big Machine. Es muy habitual que en los contratos discográficos se firme una cláusula de no regrabación por un periodo de tiempo determinado, es por esto que, hasta hace unos pocos años no pudiera lanzar sus Taylor’s Versions. 

Además, la artista ha logrado darles un enfoque distinto, alejándolos algo de ese sonido más popero de su juventud y acercándolos al tono que destaca sus últimos trabajos, más maduro y personal. Es por ello que denominarlos como sus versiones, no puede ser más acertado. 

El planteamiento económico es muy inteligente, Taylor sabe que no va a recuperar el control de esas primeras grabaciones, posteriormente se dice que fueron vendidas a un fondo de inversión por unas cifras astronómicas, pero al regrabarlas y lanzarlas ella misma no solo va a controlar las grabaciones, sino que expulsa del mercado a las primeras grabaciones, ocupando las listas de novedades y, además, con la publicidad referida al porqué tras estos lanzamientos, apela a la sensibilidad del público, que estará más dispuesto a apoyar a la artista.

Santiago Bernal

Music Lawyer & Legal Manager en SFTL

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